Los Hermanos Alvarez

Así son las cosas
Las arepas de los Alvarez


Oscar Yanez

Hay muchos hermanos famosos, pero yo recuerdo algunos que son auténticamente célebres: los hermanos Alvarez Quintero marcaron fecha en la literatura española; los hermanos Corsos, de Alejandro Dumás y los hermanos Alvarez, quienes se consagraron en la historia contemporánea de la arepa.

Hace treinta años todos íbamos a comer tostadas en Noche y Día, en la plaza de Palo Grande, en la parroquia de San Juan. Las arepas de Noche y Día habían derrotado a las del Club Venezuela, pues en una crónica de Eladio Secades, en la vieja revista Carteles de La Habana , se señalaba al negocio sanjuanero como 'la arepa más famosa de la América del Sur'.

Allí en Noche y Día, en la plaza de Palo Grande fue en donde mataron al célebre campeón de San Juan, Oscar Calles.

Eladio Secades afirmaba en su crónica de Carteles que si un venezolano no iba a comerse una tostada en algunas de las areperas de los hermanos Alvarez 'se consideraba en pecado mortal. Las mujeres se quedan en los automóviles y nadie se mete con ellas, mientras los hombres ante el mostrador toman parte en la contienda cívica por la arepa'.

Shakespeare, en Venezuela, no hubiera dicho nunca '¡Mi reino por un caballo, un caballo!', sino '¡Mi reino por una arepa, una arepa!'.

El respeto a las mujeres, que esperan al marido dentro del automóvil escribía Secades es total. Los autos estacionan a pocos metros de la arepera. Los hermanos Alvarez, fueron para las arepas lo que Américo Vespucio para el nuevo mundo. No descubrieron nada, pero divulgaron lo que otros vieron primero pero no aprovecharon. En aquel entonces con un fuerte (cinco bolívares) y tres lochas tú podías comprar un kilo de papelón, un kilo de maíz, un kilo de arroz, un kilo de caraotas y un kilo de harina. El papelón costaba un bolívar con seis 'puyas'; el maíz doce centavos; el arroz un bolívar con cuatro 'puyas'. El sinónimo popular del centavo era 'la puya' o 'la puyita'. Las caraotas se cotizaban a un bolívar con seis centavos; la harina a diecisiete centavos. Todo esto lo podías comprar con cinco bolívares y diez centavos, un real.

En la noche había vibración en los establecimientos de los hermanos Alvarez. Allí nació un nuevo idioma: 'un nervioso', 'un camberra', 'tírame un payaso', 'una quebradita', 'una reina pepeada'.

Los clientes 'más pesados' eran Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Gustavo y Eduardo Machado, Ignacio Luis Arcaya, Salvador Salvatierra, Carlos Morales, Oswaldo Karam, Eugenio Mendoza, Manuel Egaña, José Antonio Mayobre, Amador Bendayán y 'musiú', Billo Frómeta, el célebre Rafael Minaya, Alfredo Tarre Murci, Kotepa Delgado, Alirio Ugarte Pelayo, José Agustín Catalá, 'el negro' Pérez Díaz...

Estoy buscando a los hermanos Alvarez. Necesito verificar algunos datos para 'la historia invisible de la arepa'.

Favor llamarme a Venevisión por los teléfonos 708.9163 o al fax 708.9521. Uno de los célebres hermanos tenía o tiene oficina en el edificio La Previsora, pero no he podido localizarlo. La historia íntima de la arepa no se puede perder.

Así son las cosas.