martes, 14 de agosto de 2007

Historia de La Reina Pepeada

Su historia publicada en el diaro el Universal el 26 de Enero de 2001


Oscar Yanes

La Reina Pepeada

Hace cuarenta y seis años nació en Caracas la famosa tostada Reina Pepiada, en los llamados Centros Criollos de Nutrición de los hermanos Alvarez.

Doña María de los Santos Alvarez y su hija Luisa fueron las inventoras de la célebre arepa, favorita de los caraqueños, pues tanto el aguacate, como los otros ingredientes contenían una deliciosa salsa casera, fruto de los conocimientos de la señora madre de los hermanos Alvarez. Secreto familiar guardado cuidadosamente como el secreto de Eliodoro González P. y el de la conserva cojita.

Los más grandes productores de arepas domésticas que ha tenido Venezuela eran siete hermanos, cinco hombres y dos mujeres. Viven en Caracas Heriberto, Rodolfo, Luisa y Luis. Todos son del Estado Trujillo y en busca de fortuna María de los Santos, viuda de Alvarez, se vino con su muchachera para la capital.

Llegaron a 'El Guarataro', en la Parroquia San Juan, y por Cola de Pato, comenzó María de los Santos con sus hijos a hacer empanadas. Siguieron después con las arepas en un pequeño local llamado Arauca, por los lados de Maderero, cerca de la plaza Miranda.

Los Alvarez bautizaban sus productos con nombres curiosos, casi todos fruto de la imaginación de los clientes y de la actualidad.

En 1955 Susana Duijm gana en Londres el título de 'Miss Mundo', la mujer más bella del planeta. En Venezuela entonces a toda mujer bonita se le decía 'esa muchacha está pepiada'. Y Susana se ganó el título criollo de 'la reina pepiada'. Y los Hermanos Alvarez en su honor crearon el relleno

El precio de una arepa entonces no pasaba de real y cuartillo, o sea de medio bolívar y una locha o de real y medio. Pero 'la reina pepiada' se vendió a bolívar y pasó a convertirse en un producto aristocrático. Muchos noctámbulos faramalleros llegaban a un negocio de los Alvarez y gritaban:

_¡Dame una reina pepiada! -Y luego en voz baja le decían a uno de los hermanos 'pero de caraotas', pues no tenían un bolívar para la arepa.

Los nuevos empresarios en una estrategia publicitaria sin precedentes, tenían que demostrar que 'la pepiada' no era costosa y nació así La Prohibitiva, arepa de caviar:

Esta tostada tenía un precio de veintisiete bolívares.

Los ministros y altos jefes militares llegaban en la noche, después de una gran recepción, a la arepera en la Gran Avenida y decían con satisfacción y firmeza:

_¡Dame, dos prohibitivas! -Mientras la señora, con indiferencia, añadía:

-La mía con bastantes pepitas, por favor. Era, entonces, cuando el hombre del pueblo que se estaba comiendo su tostada de caraota negra murmuraba:

-Mira vale, ese tipo está metido 'en un queso...'.

El diccionario gastronómico venezolano se enriqueció con nuevos vocablos: Dominó, la de caraotas negras y queso blanco; La Trujillana, con queso de cabra; La Ferry, con jamón del mismo nombre; La Malvada, con auténtica morcilla de El Junquito; La Televisa, con una rueda de tomate y pedacitos de cochino; La Multisápida, con un poquito de cada uno de los ingredientes más tradicionales; La Ancha Base, con queso blanco que representaba a Acción Democrática; perico, como símbolo de URD, y aguacate por Copei.

Así son las cosas.

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